Por todxs es sabido que debido al estado de alarma y a las "medidas extraordinarias" que han tomado el gobierno y la empresa hemos normalizado el teletrabajo, pero...
¿Nos hemos parado a pensar las negativas consecuencias que ello conlleva?
No solo corremos con los gastos de internet, luz etc... Si no que también estamos exponiendo nuestra salud mental y física.
Imagen: https://www.wcido.com/ |
¿Qué riesgos psicosociales corremos?
Los expertos recomiendan habilitar una habitación en tu casa sólo para el trabajo, de esta forma cuando colguemos los cascos y cerremos la habitación tendremos una falsa sensación de “salir del trabajo” y no volver a entrar hasta el inicio de la próxima jornada.
Bonito ¿verdad?, pero la realidad es que con la precariedad económica que sufrimos pocas personas disponemos de habitaciones de “sobra” en casa.
Nos hemos hecho un hueco en algún rincón de nuestro humilde hogar. En la mayoría de los casos nos hemos instalado nuestro propio Contact Center en el salón, en la habitación de nuestrx hijx... o en cualquier otro lugar, impidiendo con ello que el resto de la familia haga vida normal. A su vez, nos puede provocar una sensación de aislamiento, que provoca:
- Incertidumbre en la actuación (mayor probabilidad de tomar decisiones erróneas)
- Alteración de la percepción del tiempo
- Fatiga patológica (física y/o intelectual)
- Desequilibrios y conductas alteradas, tanto a nivel socio-afectivo como cognitivo
- Estrés
¿Quien no "aprovecha" los visuales y descansos largos para poner lavadoras, tender, dar la merienda a lxs niñxs, ir planteando la comida o mil cosas relacionadas con tareas domesticas?. Nos estamos convirtiendo en multifuncionales por el mismo sueldo y a base de nuestra salud.
La diferenciación de espacios es imposible y tu “hogar, dulce hogar”, pasa a ser tu centro de operaciones laborales las 24hs del día, con incluso labores superpuestas una encima de otra o simultáneamente.
Cada vez más, nos encontramos riesgos sobre la salud física:
- Debido a que se trata de una actividad de tipo cognitivo donde se está la mayoría del tiempo sentado, el sedentarismo es un factor nocivo de riesgo. Este favorece o agrava el riesgo de enfermedades diversas y contribuye a deteriorar el funcionamiento cotidiano. Puede ser realizado en malas condiciones de tipo ergonómico: mala ubicación física del puesto de trabajo en el conjunto de la casa, mal equipamiento del espacio físico de trabajo, problemas de luz, temperatura... etc.
- Puede provocar: Sensación de fatiga, cefaleas, diarreas, palpitaciones, trastornos del sueño debido a la fatiga mental y estrés, el cual es impulsor de comportamientos perjudiciales como fumar, comer y beber en exceso.
Además el teletrabajo puede agudizar problemas relacionados a colectivos socialmente desiguales, como pueden ser mujeres, discapacitados... etc.
La mezcla con la vida privada, el aumento de la carga de trabajo y el impacto negativo en el desarrollo profesional son señalados, entre otros, como aspectos negativos.
Otros aspectos negativos de teletrabajo que se producen después de muchos años de práctica, como la soledad, disminución del sentido de pertenencia a la empresa, dificultades para trabajar en un proyecto colectivo y un impacto negativo en el desarrollo profesional.
Un estudio del IVIE concluye que el COVID ha agravado las diferencias entre hombres y mujeres en la conciliación de la vida familiar y laboral. Propone a las instituciones financiar alternativas al centro de centros educativos.
Teletrabajar, atender a la familia y las tareas domésticas es algo que han hecho las mujeres en mayor medida que los hombres durante un confinamiento que ha afectado a 4,5 millones de hogares con menores de 14 años. Aunque las cifras ya indicaban que las mujeres dedicaban 13 horas semanales más, el Covid ha agravado las diferencias entre hombres y mujeres en la conciliación de la vida familiar y laboral. Es la conclusión a la que ha llegado un estudio del Instituto de Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) realizado por los investigadores José Ramos y Alicia Gómez.
Con los datos recabados, si no se adoptan medidas en el ámbito público y privado para paliar estos efectos, sobre la conciliación, "la situación tendrá consecuencias negativas para la salud de las mujeres y las relaciones familiares".
"Es decir, las mujeres han tenido más peso en el teletrabajo durante el confinamiento, cuando los menores a cargo también están en casa".
Viñeta humorística sobre el teletrabajo, (c) Dilbert |
Para paliar esta situación de sobrecarga originada por la combinación de una "herramienta muy útil" como el teletrabajo y la presión para cuidar de la familia incluye la racionalización de los horarios, pero hay que evitar que acabe por "concentrar el trabajo a tiempo parcial en exclusiva sobre las mujeres".
El 47,5% de las mujeres cuidan a diario de sus hijos o nietos, frente al 31,7% que lo hace en el caso de los hombres. Estas diferencias en actividades no remuneradas implican que conciliar la vida laboral y personal es mucho más exigente para las mujeres, que son las que soportan en mayor medida la atención a los escolares, ahora confinados en los hogares, excepto en el caso del ocio de los niños, donde la mayoría de familias lo atiende de forma compartida, según reflejan los datos recogidos en el estudio.
Y todo influye mentalmente, terminando en elevados riesgos psicosociales, y en nuestro sector feminizado en un 75%, imaginaros el RIESGO
No hay comentarios:
Publicar un comentario